El primer plan de pensiones con cripto: la revolución tranquila

Exploramos el primer plan de pensiones con Bitcoin en España, tocando todos los aspectos clave para ello: players que intervienen, ahorro fiscal, regulación MiCA, composición de la cartera y sentido del plan.

El primer plan de pensiones con cripto: la revolución tranquila

Si alguien nos hubiera dicho hace unos años que Bitcoin acabaría sentado a la mesa de las pensiones habríamos puesto cara de acelga. Sin embargo, cada vez resulta más evidente que las piezas encajan: el ahorro a muy largo plazo que caracteriza a un plan de pensiones combina de forma natural con la escasez programada de la criptomoneda más longeva. En Arca llevamos meses explorando la idea y, sin revelar nombres concretos, podemos contar ya cómo sería el camino para estrenar en España (y quizá en Europa) el primer plan cripto de empresa totalmente regulado.

Por qué un plan de empresa es mejor que el café de la mañana

Quien trabaja en una compañía que aporta a su plan sabe que el dinero entra antes de impuestos y se queda invertido al menos diez años. Esa paciencia forzosa es perfecta para un activo volátil pero con clara tendencia alcista en plazos largos como Bitcoin. Además, la empresa obtiene un ahorro directo en cotizaciones a la Seguridad Social y el trabajador deduce parte de su aportación en la declaración de la renta. El incentivo existe; lo que falta, muchas veces, es una propuesta atractiva que convenza a Recursos Humanos y a la gente joven que tiende a huir de la palabra “pensión”.

¿Por qué Bitcoin? Tres razones que pesan

  1. Horizonte largo + oferta limitada. Bitcoin se emite a ritmo decreciente hasta un máximo de 21 millones. Esa escasez juega a favor de quien guarda sus monedas durante años.
  2. Baja correlación. En intervalos de diez años la cripto ha mostrado movimientos independientes respecto a bolsa y deuda; añadirla en pequeñas dosis reduce la dependencia de un solo mercado.
  3. Marco regulatorio recién estrenado. Desde finales de 2024 Europa cuenta con MiCA, la primera ley que regula los proveedores de cripto, y con el marco DLT que permite listar valores tokenizados. En otras palabras: ya existe una autopista legal por la que circular.

Cómo funcionaría el plan cripto paso a paso

Imagina que tu empresa te ofrece ahorrar por ti todos los meses en un plan de pensiones, pero con una salvedad, un plan que invierte parcialmente en cripto:

  • Del 95% al 70% del dinero se invierte en la mezcla clásica (bonos, bolsa global, liquidez) en función de tu edad.
  • Entre el 5 y 30 % restante se destina a Bitcoin a través de un vehículo admitido por el supervisor: hoy podría ser un ETF que compra monedas físicas; mañana, un token de seguridad asentado en una bolsa basada en blockchain.

Cada mes, la empresa ingresa la aportación en la cuenta del plan; el sistema orquestado la reparte según tu perfil y la depositaría guarda los activos como hace con cualquier fondo tradicional. Cuando el valor de Bitcoin sube mucho —o baja— la cartera se rebalancea de forma automática para mantener su proporción dentro del límite marcado. El empleado sigue todo en la webapp de Arca: ve euros, participaciones, estimaciones futuras, ahorro de impuestos… junto con esa porción novedosa que representa su exposición cripto.

Quienes intervienen (y qué ganan con esto)

  • La empresa: gana ventaja fiscal y mejora su marca empleadora porque ofrece un beneficio social, original y de futuro.
  • El empleado: accede a la primera forma de ahorrar en Bitcoin sin liarse con claves privadas, exchanges ni declaraciones complejas.
  • La gestora de pensiones: incorpora un producto pionero que atrae savers jóvenes y diversifica su gama.
  • El custodio y la plataforma de compraventa (por ejemplo, una bolsa DLT): añaden volumen serio y estable, algo no muy frecuente en el segmento cripto.
  • Arca: actúa como pegamento tecnológico y operativo, conectando nóminas, gestoras y proveedores cripto con una única API.

¿Y la volatilidad? No nos asusta

Hay quien frunce el ceño imaginando velas rojas y verdes en la pantalla. Pero recordemos:

  • El peso de Bitcoin sería limitado y regulado. Entre un 5 y un 30% de la cartera es suficiente para aportar chispa sin comprometer la jubilación.
  • El ahorro se construye mes a mes: cuando el precio cae, la aportación compra más satoshis; cuando sube, compra menos. Se promedia el coste y se suaviza el viaje.
  • Los rebalanceos automáticos venden parte de los beneficios cuando el activo se dispara y compran cuando se hunde. Disciplina pura, sin emociones.

Hoja de ruta que estamos siguiendo

  1. Piloto con empresas voluntarias
    – Compañías tecnológicas y pymes con empleados que nos preguntan por ahorrar en cripto.
  2. Validación con reguladores
    – Presentar la política de inversión y las medidas de control de riesgo: custodia segregada, auditoría externa, límite porcentual estricto.
  3. Integración técnica
    – Conectar nuestra API de aportaciones a la infraestructura del proveedor cripto seleccionado.
  4. Medición transparente
    – Publicar resultados en tiempo real: rentabilidad, costes y satisfacción de empresa y plantilla.
  5. Escalado abierto
    – Cuando el piloto funcione, abrir el perfil cripto a cualquier cliente de Arca.

Ventajas para todos (más allá del hype)

  • Educación financiera: la gente aprende que Bitcoin no es sólo comprar y vender en un fin de semana loco, sino que tiene una relevancia cada vez máyor en una cartera de ahorro.
  • Democratización: el acceso se hace con cinco euros al mes, no con un capital que asuste.
  • Modernización del sistema: el plan de empresa pasa de ser “cosa de bancos” a convertirse en una herramienta flexible que incorpora activos del siglo XXI.
  • Ahorro real: cada euro invertido hoy es un euro que no dependerá mañana de los vaivenes del sistema público.

Qué falta para verlo en marcha

Por más que queramos, como ya pasó con la institucionalización del bitcoin, estas cosas de palacio, van despacio van despacio. Desde Arca estamos hablando con diferentes players clave (bolsas DLT, custodios regulados, gestoras nacionales e internacionales) para hacer de esto una realidad. Cuando todos los engranajes encajen, la luz verde será cuestión de papeleo y de voluntad: explicar bien la propuesta y disipar los legítimos miedos.

Conclusión: la revolución tranquila

No hace falta incendiar el tablero para mejorar el ahorro; basta con insertar piezas nuevas en estructuras que ya existen. Traer Bitcoin al plan de pensiones es justo eso: una revolución tranquila que moderniza la previsión social sin romper la seguridad jurídica. En Arca creemos que es el paso natural para seguir enganchando a las nuevas generaciones de ahorradores y convertir un producto gris en algo masivo y útil.